Las yogásanas (Posturas de yoga) y pranayama (ejercícios de control de la respiración) no son ejercícios sólamente externos como los que se practican en deportes, ejercícios de acondicionamiento físico y fortaleza en los que el principal enfoque y beneficio se centra en la fuerza, tonificación y estética.
Si bien es cierto que la practica de yogásanas y pranayama fortalece y flexibiliza los músculos y las articulaciones, también promueve grandes beneficios piscofisiológicos, es decir, beneficia a los diferentes sitemas orgánicos como el sistema repiratorio, circulatorio, digestivo, endócrino, ayuda al correcto funcionamiento del cerebo y los nervios, a la vez que desarrolla una consciencia corporal, genera consciencia interna y estabiliza la mente.
La practica restaurativa está especialmente orientada a nivelar el sismeta nervioso autónomo simpático, que suele estar sobreexitado y es responsable de accionar la respuestas del cuerpo ante el estrés; y el parasimpático que es su antagonista.
Es importante incluir una sesión de yoga restaurativa a la semana, debido a que es ideal para recuperar la energía de un cuerpo cansado o una mente llena de estrés, ayuda a traer quietud a la mente y al sistema nervioso mientras calman los sistemas muscular y nervioso.